
Varios perros viejos del periodismo deportivo apuntan incluso que el reciente fichaje del asturiano por el Barcelona subyace a tal idilio y algunas voces de cierta autoridad del mundillo han llegado a afirmar que esta “amistad” puede ser sólo la punta del iceberg del grupo nacional, vamos, que la concentración de la Roja apunta a una nueva Sodoma. El cuerpo técnico de la selección y el propio Del Bosque aseguran que dado el caso tal vicisitud no sería ningún impedimento para proclamarse campeones del mundo, los jugadores pueden afrontar del mismo modo los partidos independientemente de su condición sexual, aunque ciertos sectores del ala conservadora son contrarios a este parecer. La polémica está servida.
El caso es que este escándalo ha destapado nuevos rumores sobre los jugadores que han de llevarnos a la gloria el 11 de julio. Ya saben, la sangre llama a la sangre. Se ha llegado a escuchar cosas como que Sergio Ramos es una mujer hormonada, que Del Bosque no se habla con la mitad de sus jugadores, que Guti está entre los seleccionados, que Puyol no mete la pierna con la misma rotundidad de antaño y que Xabi Alonso no es vasco, sino andaluz.
Como ya habrá adivinado el lector todo lo anterior es pura bazofia y falso testimonio al más (im)puro estilo pseudoperiodístico.
¿Por qué esta falacia absurda y gratuita? Aparte de que me aburro como un condenado, esgrimiré que a veces este tipo de comentarios descalificativos han resultado un talismán para ciertas escuadras nacionales a la hora de presentarse en un Mundial, o al menos una razón para hacer piña y comerse el mundo(que es de lo que se trata), así pues, puestos a hacer de todo con tal de favorecer a 'la Roja', que por SHM no quede.

Cuando vencieron a Argentina, el día en que Marco Gentile anuló del peor modo a Maradona, los jugadores saludaron desde el campo burlonamente hacia el sector de la prensa. Periodistas italianos replicaron haciendo cortes de mangas.
Lo mismo le ocurrió en el último Mundial a la matahari del fútbol, Italia llegó a Alemania con técnico y jugadores implicados en el Moggigate, el escándalo de partidos arreglados que derivó en el descenso de la Juventus a la Serie B. Eran la lacra del calcio. Contra todos, también esa selección, que dirigía Marcello Lippi, se quedó con la Copa.
Otro caso parecido es el de la selección Argentina de Bilardo en México 86, el entrenador resistió un intento del poder político de echarlo apenas un mes antes del campeonato y el mal ambiente marcaba la relación con la prensa.

Puede que por todo esto Bilardo, hace ya dos años en su presentación junto al Pelusa al frente de la albiceleste, pidiera más madera a la prensa. “Yo creo que tienen que pegar más, uno tiene que luchar, viene todo muy «flu», cuando vienen los palos uno tiene que defenderse y ahí se pone dura la selección".
Los expertos en psicología deportiva defienden que el fenómeno de una motivación externa puede funcionar si primero la motivación interna está bien construida. Pero el fútbol es muy complejo y más de una vez obliga a quemar los libros. El recurso primitivo y persecutorio de ganar "para vengarnos del mundo que nos odia" ha funcionado en más de una ocasión. La receta, claro, es demasiado simplista. No puede ofrecer garantías de éxito permanente. Lo sabe el Brasil que meses antes del Mundial 74 escribió el "Manifiesto de Glasgow", un texto que ponía fin al diálogo con los periodistas. Y la propia Argentina de Francia 98, que sólo hablaba con los medios en las conferencias de prensa oficiales.
Desafiar de antemano a la prensa a que pegue palos suena demasiado antiguo e infantil, igual que tajear una bandera, pero no dudo que a estas alturas a cualquier cosa intentará aferrarse más de uno.
Veremos cómo resulta la cosa por aquí si Casillas vuelve a pifiarla de nuevo. Yo, por mi parte, prefiero las aguas tranquilas antes y durante el campeonato, ya las tuvimos revueltas durante los últimos veinte años y ya vieron el resultado.
2 comentarios:
Mi comentario bien podría ser un copy-paste del último párrafo. Bastante tuvimos con Clemente e incluso Luis Aragonés como para que jugadores y prensa sigan a la gresca.
De hecho, tenemos tan buena Selección y tan pocas cosas que criticar, que hasta Casillas, por un error absurdo, entra en el debate sobre si debe ser titular.
Aprovecho para mostrar mi anhelo de un boom tipo PODEMOS de Cuatro hace dos años. Hay que reconocer que se creó un vinculo especial entre prensa y jugadores, que desde Innsbruck supieron transmitir al espectador con las retransmisiones de Cuatro.
Ya sólo quedan 11 días, qué ganas!!
Por cierto, tengo que aclarar que Luis Aragonés, que fue azotado por todos los sectores de la prensa deportiva, no siempre se merecía esas críticas...
Recuerdo que el AS llegó a publicar una de las portadas más esperpénticas que recuerdo:
Algo del estilo:
"Hay que ponerle en la frontera."
Por no hablar de las portadas del Marca...
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