lunes, 31 de mayo de 2010

Villa y Piqué mantienen una relación

Antonio Lucas "Lobo" / Cieza.

El escándalo está servido. Piqué y Villa parecen mantener algo más que una simple relación entre compañeros. El pasado 28 de mayo pudo verse a ambos jugadores del equipo nacional en actitud sospechosamente cariñosa tras un entrenamiento. El blaugrana mantenía la pierna izquierda del Guaje, tumbado éste sobre el césped, apoyada sobre su cintura, completamente extendida y tensa, en un gesto que a pesar de estar disfrazado de un simple estiramiento se interpreta claramente como de cariño más allá de la amistad sana y normal.

Varios perros viejos del periodismo deportivo apuntan incluso que el reciente fichaje del asturiano por el Barcelona subyace a tal idilio y algunas voces de cierta autoridad del mundillo han llegado a afirmar que esta “amistad” puede ser sólo la punta del iceberg del grupo nacional, vamos, que la concentración de la Roja apunta a una nueva Sodoma. El cuerpo técnico de la selección y el propio Del Bosque aseguran que dado el caso tal vicisitud no sería ningún impedimento para proclamarse campeones del mundo, los jugadores pueden afrontar del mismo modo los partidos independientemente de su condición sexual, aunque ciertos sectores del ala conservadora son contrarios a este parecer. La polémica está servida.

El caso es que este escándalo ha destapado nuevos rumores sobre los jugadores que han de llevarnos a la gloria el 11 de julio. Ya saben, la sangre llama a la sangre. Se ha llegado a escuchar cosas como que Sergio Ramos es una mujer hormonada, que Del Bosque no se habla con la mitad de sus jugadores, que Guti está entre los seleccionados, que Puyol no mete la pierna con la misma rotundidad de antaño y que Xabi Alonso no es vasco, sino andaluz.

Como ya habrá adivinado el lector todo lo anterior es pura bazofia y falso testimonio al más (im)puro estilo pseudoperiodístico.

¿Por qué esta falacia absurda y gratuita? Aparte de que me aburro como un condenado, esgrimiré que a veces este tipo de comentarios descalificativos han resultado un talismán para ciertas escuadras nacionales a la hora de presentarse en un Mundial, o al menos una razón para hacer piña y comerse el mundo(que es de lo que se trata), así pues, puestos a hacer de todo con tal de favorecer a 'la Roja', que por SHM no quede.

Verán, en el Mundial de Naranjito de 1982 la prensa italiana llegó a despotricar de su selección hasta límites insospechados (al menos hasta entonces) y aquel equipo levantó la Copa del Mundo en el Santiago Bernabéu. La selección de Enzo Bearzot jugaba mal y se salvó de quedar eliminada en la primera ronda de milagro y gracias a un sospechoso empate con Camerún, los palos de la prensa llovían por todos lados, un medio incluso sugirió una relación homosexual entre los jugadores Antonio Cabrini y Paolo Rossi. La réplica del plantel fue fulminante: "Silenzio stampa". El único autorizado a hablar con los medios fue el capitán Dino Zoff.

Cuando vencieron a Argentina, el día en que Marco Gentile anuló del peor modo a Maradona, los jugadores saludaron desde el campo burlonamente hacia el sector de la prensa. Periodistas italianos replicaron haciendo cortes de mangas.

Lo mismo le ocurrió en el último Mundial a la matahari del fútbol, Italia llegó a Alemania con técnico y jugadores implicados en el Moggigate, el escándalo de partidos arreglados que derivó en el descenso de la Juventus a la Serie B. Eran la lacra del calcio. Contra todos, también esa selección, que dirigía Marcello Lippi, se quedó con la Copa.

Otro caso parecido es el de la selección Argentina de Bilardo en México 86, el entrenador resistió un intento del poder político de echarlo apenas un mes antes del campeonato y el mal ambiente marcaba la relación con la prensa.

Esa misma selección llegó desgastada al Mundial siguiente. Se precisaban esta vez recursos más dramáticos que el de la prensa "enemiga" para motivar a los jugadores. ¿Fue realmente un italiano quien tajeó la bandera argentina en la concentración de Trigoria, justo antes de la semifinal contra Italia? Apuesto a que no. Bilardo llamó uno por uno a los jugadores para que vieran lo que "alguien" había hecho mientras ellos dormían. "Este es un ataque contra mi patria", clamó Maradona. "Nos volvimos todos locos, eso fue el condimento justo para motivarnos, nos queríamos comer crudos a todos", contó una vez Sergio Goycochea. El truco salió bien. Argentina, que era un equipo discreto y Maradona, eliminó con toda justicia al local en las semifinales y arruinó el negocio de la final europea Italia-Alemania.

Puede que por todo esto Bilardo, hace ya dos años en su presentación junto al Pelusa al frente de la albiceleste, pidiera más madera a la prensa. “Yo creo que tienen que pegar más, uno tiene que luchar, viene todo muy «flu», cuando vienen los palos uno tiene que defenderse y ahí se pone dura la selección".

Los expertos en psicología deportiva defienden que el fenómeno de una motivación externa puede funcionar si primero la motivación interna está bien construida. Pero el fútbol es muy complejo y más de una vez obliga a quemar los libros. El recurso primitivo y persecutorio de ganar "para vengarnos del mundo que nos odia" ha funcionado en más de una ocasión. La receta, claro, es demasiado simplista. No puede ofrecer garantías de éxito permanente. Lo sabe el Brasil que meses antes del Mundial 74 escribió el "Manifiesto de Glasgow", un texto que ponía fin al diálogo con los periodistas. Y la propia Argentina de Francia 98, que sólo hablaba con los medios en las conferencias de prensa oficiales.

Desafiar de antemano a la prensa a que pegue palos suena demasiado antiguo e infantil, igual que tajear una bandera, pero no dudo que a estas alturas a cualquier cosa intentará aferrarse más de uno.

Veremos cómo resulta la cosa por aquí si Casillas vuelve a pifiarla de nuevo. Yo, por mi parte, prefiero las aguas tranquilas antes y durante el campeonato, ya las tuvimos revueltas durante los últimos veinte años y ya vieron el resultado.

2 comentarios:

Borja dijo...

Mi comentario bien podría ser un copy-paste del último párrafo. Bastante tuvimos con Clemente e incluso Luis Aragonés como para que jugadores y prensa sigan a la gresca.
De hecho, tenemos tan buena Selección y tan pocas cosas que criticar, que hasta Casillas, por un error absurdo, entra en el debate sobre si debe ser titular.
Aprovecho para mostrar mi anhelo de un boom tipo PODEMOS de Cuatro hace dos años. Hay que reconocer que se creó un vinculo especial entre prensa y jugadores, que desde Innsbruck supieron transmitir al espectador con las retransmisiones de Cuatro.
Ya sólo quedan 11 días, qué ganas!!

Borja dijo...

Por cierto, tengo que aclarar que Luis Aragonés, que fue azotado por todos los sectores de la prensa deportiva, no siempre se merecía esas críticas...
Recuerdo que el AS llegó a publicar una de las portadas más esperpénticas que recuerdo:
Algo del estilo:
"Hay que ponerle en la frontera."
Por no hablar de las portadas del Marca...

Publicar un comentario